Sobre Chaka
Chaka significa puente en la lengua aymara y es la palabra que da nombre al programa llevado a cabo por SUMMA en alianza con Fundación Luksic, porque son los puentes los que unen, acercan, permiten tejer redes.
Desde 2018, este proyecto, llevado a cabo en la comuna chilena de Arica, busca promover el aprendizaje profundo y desarrollo integral de todas y todos los estudiantes, poniendo especial foco en la transformación de las metodologías de enseñanza-aprendizaje; particularmente el desarrollo de las habilidades de colaboración, y de las dinámicas institucionales de cinco establecimientos Técnicos Profesionales de la comuna chilena de Arica, que conforman esta iniciativa: Colegio Tecnológico Don Bosco Arica, Liceo Agrícola T.P. Padre Francisco Napolitano, Liceo Agrícola José Abelardo Núñez, Colegio Leonardo Da Vinci, y Colegio Miramar.
El programa cosechó muchos logros y despertó enormes desafíos, pero siempre con la firme misión de desarrollar un modelo de transformación de las prácticas educativas basadas en la colaboración, donde la construcción de una comunidad de aprendizaje, es clave para la sostenibilidad del programa. Nuestro propósito, además, es que este modelo esté disponible para América Latina y que muchas comunidades puedan beneficiarse de él.
El establecimiento abrió sus aulas en 2005. Su misión es entregar una educación de calidad orientada al desarrollo de las habilidades cognitivas, actitudinales y motrices de los estudiantes a través del logro de los aprendizajes del ser, conocer, hacer y convivir.
“Estamos confinados pero no paralizados”
¿Cuál fue la principal preocupación del Colegio cuando las clases fueron suspendidas?
Desde el primer momento en que las clases fueron suspendidas por el Mineduc, la preocupación del Colegio fue mantener el contacto con los estudiantes y no interrumpir el proceso de enseñanza y aprendizaje, por eso nuestra iniciativa fue “Enfrentar las clases remotas en tiempos de pandemia: un diseño sistémico para la integración de las tecnologías”.
¿Qué fue lo primero que hicieron?
La primera reacción, que permitió poner en marcha un año escolar complejo y lleno de incertidumbre, fue elaborar y enviar al domicilio de los alumnos guías de trabajo, basadas en los programas de Estudio. Luego, realizaron grabaciones de cápsulas de clases, para reactivar el contacto con sus profesoras y profesores, usando K-12, de G Suite, una licencia que provee gratuitamente el Mineduc a todos los EE de Chile. Todo el material grabado fue puesto a disposición de los alumnos y apoderados en la página del Colegio.
¿Cómo se organizó este trabajo?
Respondiendo a un plan semestral, con detalle del trabajo semana a semana, que incluye las tareas pedagógicas y de coordinación institucional. En esta etapa se privilegió la parte humanista (Lengua, Inglés, Historia y Cs. Sociales) y la científica (matemática, ciencias y TP), áreas que alternadamente cada quince días, los docentes grababan sus clases, trabajando un conjunto de Objetivos de Aprendizaje (OA) esenciales; es decir, que fueran la base de los otros aprendizajes: en matemática, la operatoria y en lengua y comunicación, la comprensión lectora.
¿Qué dificultades detectaron con esta modalidad?
Con K-12 se pudo avanzar de manera rápida, pero con limitaciones ya que permite un cierto peso, por lo cual, no se pudieron grabar las clases completas en buena calidad de la imagen, lo que resultó poco atractivo para los estudiantes.
¿Qué otras herramientas y medidas adoptaron?
Aplicamos la herramienta Zoom para las reuniones de coordinación semanales que se enfocaron por una parte, en la contención emocional del equipo profesional y técnico y, por otra, en la reflexión pedagógica del trabajo educativo. Fue durante estas sesiones en las que se resolvió realizar las clases vía remota, en que el docente pudiera retomar el contacto con sus alumnos, alternando el uso de zoom y el classroom. Se mantuvo el calendario de clases, semana por medio, para cada área de estudio: una semana de preparación de las clases y otra de ejecución de las mismas. También se redujo la hora pedagógica a 30 minutos, por lo tanto el trabajo por asignatura no superaba los 60 minutos, con descanso de 30 minutos entre clases. Otra decisión fue reenfocaron algunas asignaturas, insertando una hora de convivencia escolar y formación ciudadana dentro de historia y salud en las horas de ciencias, con respuesta muy positiva, pues a través de este medio se pudo llevar información y recomendaciones a las familias. Para enfrentar el manejo de las tecnologías que requerían las clases remotas, se elaboró un plan de capacitación docente.
¿Qué impacto tuvieron estas acciones?
Hubo muchos alumnos sin conexión: del universo de 1750 matrículas del colegio, tuvimos 350 alumnos asincrónicos, para llegar a ellos contactamos a las familias para entregarles las guías de trabajo. También hubo un grupo de 90 estudiantes totalmente desaparecidos. Con
el equipo psicosocial y asistente social los identificaron y los visitamos en sus casas, manteniendo vivo el rol protector del establecimiento.

¿Qué pasó cuando comenzó el proceso evaluativo?
En ese momento, teníamos muchos alumnos en situación compleja de repetir, cosa que al final no ocurrió. Poco a poco los alumnos se fueron integrando al trabajo educativo y los docentes intencionando que los alumnos fueran más activos en su aprendizaje. Al respecto, Andrés Navarro, alumno del 1° A, señaló: “A pesar de todo, este año no ha sido tan malo. Nos mantuvieron atentos realizando competiciones online para hacer las clases como el kahoot. Fue bueno también poder hacer todo online: la entrega de guías, las clases grabadas y no tener que ir al colegio a entregar los trabajos. Los profesores se adaptaron, nos hiceron pocas pruebas, las clases fueron puntuales, casi nunca hubo problemas al entrar. Los profesores se adaptaron bien, gracias a eso puede decir que aprendí mucho este año.” Hay que señalar que el índice de repitencia no superó el 2% de los estudiantes.
¿Qué dejaron de hacer?
Sólo dejamos de lado lo superfluo, factores que se fueron identificado en las reuniones de análisis semanal sobre las prácticas educativas y de gestión institucional.
Protagonistas de la experiencia:
-Todos los profesores del establecimiento
-Jefe de producción: Jaime Fernández
-Encargado de tecnología: Carlos Alfaro
-Jefas de UTP: María Cristina Vera y Yaneira Reverol
-Equipo Psicosocial: Claudia Soto, Enrique Sobrevía, Ingrid Rousseau, Julietta Lagos
-Director: Eduardo Carlevarino