A TRAVÉS DE ESTA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD, QUEREMOS HACER UN HOMENAJE AL DESTACADO PROFESOR JORGE GASPAR POR SU EXCELENTE LABOR EDUCATIVA, QUE TRASPASÓ LOS BORDES DE LA ASIGNATURA, CONVOCANDO A LOS ALUMNOS A COMPRENDER EL MUNDO QUE LOS RODEA Y A HACERLOS MÁS LIBRES Y AUTÓNOMOS A TRAVÉS DE LA LECTURA Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS MATEMÁTICOS.

Jorge Gaspar es profesor de matemática de Educación Media, titulado como docente y Magíster en la Universidad de Tarapacá. Comenzó a trabajar como profesor estando aún en la educación media, porque era muy bueno para las matemáticas. Se casó muy joven “a los 17 años y necesitaba trabajar. Durante la dictadura fue alejado de las aulas, pero pronto lo volvieron a llamar. “Volví a hacer clases muy contento porque me apasionaba desde siempre la matemática y me gustaba la profesión de profesor”, señala. Incluso cuando hablaban en familia sobre las opciones profesionales, sus hermanos optaban por Ingeniería o Medicina y él siempre respondía “profesor”. Hoy reflexiona sobre su decisión: “la educación me ha dado grandes satisfacciones. Me siento muy satisfecho con lo que he hecho y me gusta hacer lo que estoy haciendo. Desde el 2015 a la fecha de esta entrevista ejerce en el Liceo Agrícola José Abelardo Núñez.

¿De qué manera abordó las clases virtuales cuando llegó la pandemia?

Me afectó mucho, tanto en lo personal como en lo profesional, aunque como profesor tengo una actitud muy positiva. La gente piensa que por mis años ya no podría incursionar en la tecnología. Eso me tocó muy adentro porque a mí me gusta la tecnología y hace unos años ya había integrado en mis clases una pizarra interactiva. Con esa misma disposición, en marzo del 2020 empecé a realizar clases virtuales vía skype porque esa herramienta tiene una función que permite mostrar el fondo de manera muy nítida, por lo cual es posible incorporar también la pizarra interactiva. Me concentré en crear nuevas herramientas de trabajo como las presentaciones en power-
point, animaciones, clases digitalizadas y algunos ajustes metodológicos: definir los tiempos y las estrategias de motivación, entre otros.

¿Cómo realiza ahora sus clases virtuales, con qué herramientas?

Hago clases con Meet, aunque también subo los cursos armados en Classroom, así les envío a los alumnos y alumnas la información por correo. Eso lo hago por un tema de conectividad. No siempre pueden ver con nitidez la información que subo a Classroom. Lo ideal sería trabajar con un programa
matemático como Equation, MathPro u otro que uno pueda mostrar y hacer más personalizado el trabajo y vínculo con el alumno, pero no cuentan con la conectividad necesaria. Pero trato de lograr lo mismo con pizarra.

“Las matemáticas nos enseñan cómo ser democráticamente libres”

¿Puede contar algo sobre su clase de Notación Cientí-? Sobre cómo la diseñó y por qué vincular las matemáticas con algo aparentemente tan lejano como el mundo celestial.

El objetivo de la clase; la notación científica, implica representar números muy, muy grandes de modo que resulta catastrófico anotarlos usando las medidas de distancia que hay en la tierra: el metro. A los alumnos les he indicado que ellos pueden, sabiendo matemáticas, predecir cosas. Anticipar el futu-
ro ha sido un deseo muy antiguo de las personas, más por miedo que por otra cosa. Pero sabiendo matemáticas se pueden predecir muchas cosas del futuro: el clima, el crecimiento de la población de animales de criaderos, todo eso con cálculos matemáticos y, también, saber algunas cosas que ocurrieron miles de años antes de nuestra existencia. Con esto muchos engancharon, incluso alumnos que no habían asistido a la clase, querían que la repitiera. La participación de los alumnos y motivación, se sustentaba en preguntas como ¿por qué entre Marte y Júpiter hay tantos asteroides? Estábamos hablando del Universo para darle sentido al objetivo de aprendizaje de la clase que era la notación numérica y las operaciones matemáticas con potencias, todo esto con apoyo de video y la pizarra interactiva.

¿Siempre ha realizado las clases así, vinculadas a otras áreas del conocimiento y fenómenos de la vida cotidiana?

Siempre integro motivaciones especiales. Los materiales se van sumando, ajustando, agregando cosas nuevas.

¿Cómo son sus alumnos? ¿Cómo reaccionan frente a sus preguntas?

Intento que ellos reaccionen frente a la clase, pero la motivación engancha mucho. En esta clase, al menos, yo hacía preguntas, pero ellos hacían muchas más: sobre los problemas del espacio, teorías que habían escuchado. Incluso los apoderados hacían comentarios a partir de conversaciones con sus hijos. Cómo reaccionan mis alumnos, depende de su motivación. El hombre siempre se ha preguntado de donde viene y adónde va. Son preguntas universales desde siempre y en todas las culturas. Cuando se reúne la familia, cuentan sus experiencias su cosmovisión del mundo, particularmente en la cultura aymara, se habla de cosas extraordinarias, de seres especiales y de dioses. Esas interrogantes que los niños ven en sus padres y que sus padres no pueden responder quedan latentes, entonces, al relacionarla con la matemática, esas dudas los motivan porque es una nueva mirada de temas que son propios. Una buena motivación, una buena fuente de información los saca de los juegos electrónicos y los inquieta. Esa inquietud los lleva a aprender. Mi visión del profesor es de alguien que los lleva a reflexionar y ayuda a responder las dudas que ellos traen desde sus padres; de su cultura.

¿Cómo dialogan las matemáticas con esta cosmovisión que tienen los estudiantes de origen aymara y quechua, que son la mayor población de raíces indíge-
nas de la clase?

Por ejemplo, ¿por qué celebran el Machaq Mara?. Tenemos que abordar el Machaq Mara, que se celebra el 20 o 21 de julio y simboliza el renacer del Padre Sol y de los cultivos. ¿Por qué? Porque es una oportunidad de mostrarles que la tierra se mueve de forma elíptica alrededor del sol, se explica en clases en términos astronómicos y matemáticos, es el momento en que la tierra hace el trayecto de acercamiento al sol, trabajando a partir de esto la notación científica, que no es ajena a su manera de contar, de medir y al sistema decimal que tienen los aymara.

Considerando que el LAJAN es un liceo agrícola TP, y que en la producción agrícola y ganadera, y el clima está el sustento de las familias, ¿cómo se relaciona
todo esto con las matemáticas?

El año pasado les hablé de la sucesión de Fibonacci, un matemático que explicó que cuando una plantita genera sus dos primeras hojas, se puede proyectar cuál es el número que va a generar en la segunda salida, la tercera, la cuarta, y así en adelante. Los alumnos no creían que esa anticipación era posible e hicimos un experimento a partir de esta secuenciación con plantas y también con animalitos, considerando que muchos crían cuyes y otros animales para su alimentación. Así vimos cómo se puede anticipar la producción agrícola y ganadera. También detectar anomalías; cuando una planta no cumple con ese desarrollo, revisar qué tiene, cuál es el problema. Así es cómo voy demostrando que las matemáticas se pueden aplicar a muchas áreas de la vida cotidiana y fenómenos en general.

¿Cómo ha aportado el programa Chaka al diseño y creación de sus clases?

Algo muy relevante del Programa Chaka es el Desarrollo Profesional Docente. A muchos profesores no se nos ha dado las herramientas que necesitamos. El programa Chaka sí. Por lo menos para mí ha sido un aporte enorme porque ahora mismo el enfoque de mis clases se sitúan en esa triada: la metacognición, el trabajo colaborativo y la retroalimentación. He visto, además que las clases son mucho más efectivas haciendo la planificación invertida, donde les muestro a mis estudiantes “a esto quiero que lleguen; que comprendan estos contenidos y que lo logren a través de lo que les voy a enseñar”. A eso se suma que la estrategia es movilizadora; potente, ellos se entusiasman, enganchan con la asignatura. Chaka también me ha permitido sacar una comprensión de lo que esperan los estudiantes. Cuando uno enseña, es relevante
saber que la comprensión que se pretende lograr se inicia observando la realidad y la vida cotidiana. Mostrándoles a ellos lo que hay detrás de esas experiencias.
A la pregunta típica de los y las alumnas: para qué nos sirve la matemática, respondo que nos enseñan cómo ser democráticamente libres y, con ella, podremos tener una buena observación de la sociedad y de la vida. No vamos a caer en engaños. Lo que se vincula con ciudadanía, con educación cívica. La matemática implica el conocimiento de un mundo verdadero.

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Puntuación media 5 / 5. Recuento de votos: 1

No hay votos hasta ahora! Sé el primero en calificar esta publicación.